Tras casi 30 años en prisión, un
agresor sexual que había solicitado la eutanasia recibió por fin el visto bueno por
parte de un tribunal de apelaciones en Bruselas.
Frank Van Den Bleeken, de 50 años, fue condenado cuando
tenía 20 años por asesinato y varias violaciones. Según él mismo ha señalado,
padece un fuerte delirio sexual. El caso ha desatado en Bélgica un gran debate
sobre las circunstancias del régimen penitenciario.
Van Den Bleeken sería el primer preso del país al que se le
concede la eutanasia. El reo ha señalado que al no conseguir una terapia
eficiente, desea morir. Tras solicitar el suicidio asistido, otros 15 presos
han pedido poner fin a su vida del mismo modo.
En Bélgica se permite la eutanasia desde 2002 y bajo ese
concepto se entiende "la acción de una tercera persona con la que se pone
fin a la vida de una persona por deseo propio". Y no sólo está permitida
para enfermos terminales sino también para las personas que padecen problemas
psíquicos e incluso para niños. El año pasado hubo 1.807 casos de suicidios
asistidos.