Pigmalión fue un rey de Chipre, buscó durante muchísimo tiempo a una mujer con la que casarse. Pero, con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas.
Una de ellas, Galatea, era tan bella que Pigmalión se enamoró de ella.
Pigmalión soñó que Galatea cobraba vida.
Este suceso fue nombrado como el efecto Pigmalión ya que éste superó lo que esperaba de sí mismo y al creer que la estatua estaba viva ésta llegó efectivamente a estarlo.
De alguna manera nos viene a explicar lo que yo resumiría diciendo:
Tanto si piensas que una cosa es posible como si piensas que no lo es, tendrás razón.
Si crees que algo es posible... será posible
y si crees que no lo es, no lo será.
Muy buena reflexión Rosa!!Nosotros creamos nuestro mundo, el problema es que ni siquiera somos conscientes de hasta qué punto. Besos
ResponderEliminarPues adelante en nuestra lucha, todo es posible. Un saludo, Aurora.
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