Chocan las olas
Se estrellan
presas de una fuerza
irrefrenable,
un deseo desmedido por
querer acelerar
el proceso de erosión;
filtrarse por las
grietas y alcanzar,
las zonas profundas e
íntimas
del corazón de la roca.
Irrumpir su intimidad
un instante,
desaparecer después,
dejando una huella
con dulce sabor a sal
en su boca.
Son en su encuentro,
ímpetu de pasión,
explosión de llanto y
desconsuelo.
Fieles, puntuales, algo
cambia cada vez
que se produce una
cita,
inapreciable a la
vista, sensible al ser
que mira el paisaje
con dominio del tiempo,
sin prisa.
Tú el acantilado, yo la
ola
que muere a tu lado.
Rosa
Mis poemas. Dep Legal MU 2231-2007
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