Caían gotas por el cristal de la ventana,
lánguidos caminos de deseos incontrolados,
bajaban len
ta
mente dos
mundos enlazados
haciéndose promesas para mañana.
Todavía siento en mí el calor de aquella hoguera
dos cuerpos encendidos vibrando en melodía,
dos almas que desean juntas ver el nuevo día
formando un solo fuego y mientras tanto llueve
fuera.
De pronto, casi dormido, te sorprende el crepúsculo
que te ilumina un maravilloso día otoñal,
unos ojos miran el ventanal con disimulo
y ya no llueve, ya no hay gotas en el cristal.
Rosa
Muy bonito poetisa, que bonito dia otoñal.
ResponderEliminarEspero que un dia amanezca para mi. Un beso
Quizás no llovía ya, quizás no más gotas en el cristal, pero el alma quizás lloraba y el estómago vomitaba, y, quien sabe que más...Quizás el amor dió paso al remordimiento por lo que creía pecado con agravantes...Que complicado es el amor, o las personas, o los prejuicios, o la educación religiosa, o algunas sensibilidades...que se sienten tan culpables, que se juran que no volveran a dar y recibir lo que se darán cuenta que no fue amor por parte de él. Quizás ella nunca se consideró comprendida, protegida, amada y respetada. Quiso darle lo que él quería o ella creía que él deseaba, lo dió y se horrorizó de ella misma. Y no recibió la comprensión, el cariño...el amor, sino el engaño, y se sintió sucia y utilizada en el deseo...Quizás las gotas fueron lágrimas en su alma, ya para siempre muerta. Quizás...quizás ni ella quiera recordar lo que sucedió, sintió y la hizo morir , sintiendose sucia y a él sólo prendido de un deseo que no es amor.El tenía su corazón prendido en otra alma, y , sin embargo, era primavera...duro invierno para ella...
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