Hizo Zeus una proclama a todos los animales prometiendo una recompensa a quien su hijo fuera juzgado como el más guapo. Vino entonces la señora mona junto con los demás animales y presentó, con toda la ternura de madre, un monito con nariz chata, sin pelo, y enfermizo, como su candidato para conseguir el premio.
Una gran risa fue el saludo general en su presentación. Y ella orgullosamente dijo:
- Yo no sé si Zeus pondrá su premio sobre mi hijo, pero sí sé muy bien, de que al menos en mis ojos, los de su madre, él es el más querido, el más guapo y bello de todos.
Debemos estar siempre orgullosos de lo que amamos, y no tener pena en publicarlo.
Tienes toda la razón Rosa, por qué vamos a renegar de lo que amamos, para nosotros es lo mejor del mundo.
ResponderEliminarBesitos y un abrazo, desde mi mar,