sábado, 2 de junio de 2012

Laberintos


Según la Real Academia de la Lengua la palabra laberinto proviene del latín Labyrinthus  y es un lugar formado artificiosamente por  calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida. 


¿Es la vida un laberinto?

¿Qué hay en la mente humana qué es capaz de crear un lugar donde se pierde la noción del espacio, del tiempo y de la salud mental? ¿Están hechos los laberintos con la intención de destruir cruelmente, o de crear un reto superable?

Es más fácil salir desde el interior de un laberinto que desde fuera llegar al centro, por eso cuando hacemos laberintos infantiles  miramos el punto central con el fin de ayudarnos un poco para llegar hasta allí.

La historia demuestra que su uso más difundido es como herramienta de elevación espiritual, un camino hacia nuestro ser más profundo, donde una vez alcanzado el centro simbólico, podemos regresar al mundo exterior con una fuerza interior superior que nos permita resolver ese otro laberinto que puede ser el mundo real.

Nuestra salida ¿Es el camino inverso de Ariadna? o ¿El vuelo de Dédalo?

En la mitología griega, el laberinto fue diseñado por Daedalus para encarcelar al Minotauro pero también tiene un significado simbólico. Se dice que pasear por un laberinto es una experiencia muy personal y reveladora y que fortifica la meditación. Por el contrario, los laberintos están diseñados para ser un desafío estratégico ya que es un claro ejemplo de los juegos de lógica físicos. Un laberinto es  intencionadamente difícil de completar.  Existen jardines en forma de laberintos. Ambos, laberintos y jardines, representan simbólicamente las dos caras del espíritu humano: la complejidad y la simplicidad; misterio y el diseño, la intuición y la experiencia sensorial. Son un emblema de la eterna tensión entre filosofía y libre voluntad y el destino.





Existen construcciones que aparentemente solo sirven para adornar, pero que en cambio asombran por su belleza y sus misterios, como por ejemplo: El Laberinto Egipcio del Lago Moeris, El Laberinto de Cnosos en Creta, El Laberinto de la Isla de Lemnos, El Laberinto de la tumba de Pórsena, El Laberinto de la Isla del Sol…




Laberintos donde uno no deja de observarlos y con gran sorpresa se pregunta:

¿ Cuál es el objetivo de esta construcción? ¿Por qué tantos esfuerzos para construir algo que aparentemente solo sirve para adornar? ¿Qué nos quieren indicar?

En muchas catedrales el laberinto se dispone después de la entrada en el templo (lugar donde está la pila bautismal) y antes del acceso al altar (donde desciende la influencia espiritual). Todo esto es altamente significativo:
Todo ser humano tiene que resolver el laberinto de su propia existencia si quiere descubrir los arcanos de la creación y escalar hasta las más altas cuotas del Espíritu.

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