Cuando leí este libro, reflexioné sobre las diferentes formas que
puede adoptar la mente y el pensamiento.
Rara
vez observamos el principio de algo que crece en nosotros: La savia ha
circulado ya muchas veces antes de que observemos la más mínima señal del
capullo y creo que esto se puede aplicar tanto a sentimientos positivos como
negativos. Puede ocurrir con el amor pero también con el odio, el rencor, el
resentimiento. Las cosas surgen en nuestro interior y después crecen y maduran
asentadas en algún rincón del alma.
Las
cosas que nos suceden suelen tener un motivo aunque sea desconocido para
nosotros en este instante y debemos dar la espalda a la frustración que nos
supone la injusticia ocasionada por esas razones desconocidas. Quizás haya algo
más adelante que los justifique, quizás necesitemos a alguien, o alguien nos
necesite en otro sitio.
Podríamos
reflexionar con toda seguridad sobre el aislamiento de las personas y la falta
de relaciones sociales, la fe y la frustración que conlleva el perderla
bruscamente, las consecuencias de la falta de cariño, la soledad, los cimientos
de la conciencia humana, el amor…
Has leído Silas Marner? y a ti... qué te parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario