El primer libro de los tres se titula "Los ojos amarillos de los cocodrilos" y empecé a leerlo porque una amiga se lo recomendó a mi peluquera un martes por la tarde mientras yo esperaba el tinte.
Y alguno de vosotros puede pensar...¿ Y qué me importa a mí si era martes o sábado, y si esta chica se tinta o se deja crecer las canas? Pues bien, todos aquellos que lo habéis pensado estáis en el camino correcto porque terminaréis de leer el libro y también os preguntaréis ¿y...por qué este título de los ojos amarillos de los cocodrilos?
Es parte del encanto del libro. Llegar al final y saber contestar la pregunta. Porque claro que aparecen cocodrilos. Los cocodrilos tienen los ojos amarillos igual que los lobos ¿lo sabíais? Pero...¿es suficiente eso para titular el libro así?
Al terminar el libro pude dar tres motivos razonables por los que el libro podría tener ese título, pero no tengo ni idea de cuál fue el motivo principal de Katherine Pancol. ¿Y tú?¿ te atreves?
El segundo libro se titula "El vals lento de las tortugas" y, aunque toda la trama de este segundo libro me gustó menos que la del primero, le cogí el gusto a imaginar cómo sería ese vals lento de las tortugas. Imaginaba esa gran metáfora del vals de las tortugas y la vida real.
Y mientras leía analizaba el interior del alma bajo ese terciopelo que cubre el corazón.
Y en vez de arrugarme como un calcetín me engrandezco, llevo a la gente a mi terreno para hablar de lo íntimo, de lo invisible, de la mirada en el otro, de las emociones que embargan, de la fuerza que hay que desplegar para saber quién es uno mismo.
¡Y es que no hay nada como sentirse en casa!
Le doy a los dos primeros libros de esta trilogía, tres, de cinco estrellas.