¿Quién puede resistirse a tanta belleza? NO AL ABORTO EXCEPTO EN CASOS EXTREMOS. SI LAS MUJERES DECIDEN... QUE DECIDAN USAR PRESERVATIVOS APEGADO A MÍ Apegado a mí. Velloncito de mi carne, que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí! La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir: no te turben mis alientos, ¡duérmete apegado a mí! Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, no te sueltes de mi pecho: ¡duérmete apegado a mí! Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo de dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí! |
Autora: Gabriela Mistral ¡QUÉ DULCE MIRAR TIENES! ¡qué dulce mirar tienes...! ¿Cómo pueden ser tan bellos? El solo mirarlos me hace soñar no son como miran aquellos que no han aprendido a amar. El mar se pone celoso, porque le igualas en profundidad el sol se enamora al verlos porque reluce su luz al brillar. La luna quiere tocarlos porque le confunde tu mirar quiere sentir su reflejo porque también ella, quiere soñar. El viento teme porque no quiere dañar tanta pureza en un solo lugar. Las estrellas brillan con más intensidad pues a ellos se quieren equiparar. ¡Qué dulce mirar tienes...! Cuando miras, todo se aquieta todo calla, todo queda en silencio todo se vuelve misterioso y se puede contemplar... ¡Qué dulce mirar tienes...! de Ramón C. Saracho |