Abrazada a ti
de tu historia,
a tu leyenda,
a tu recio tallo,
sensible al afecto humano,
a tu sabio tronco
que acalla el grito
y graba la caricia
en tu memoria.
Se me abre el corazón
cuando derramas
tus lágrimas
de resina,
cuando penas
con llanto quedo,
lento y suave,
imperceptible,
cuando soportas las tormentas
y te entregas
al viento…
Abrazada a ti,
tu esencia blanca
fluye por tus yemas,
como tesoro que yo almaceno
en la palma
de mis manos,
y recaudo con la yema
de mis dedos.
Me prendes,
y mis sueños atrapados quedan
bajo la fronda de tus ramas.
Y todavía, no sé
dónde hay más belleza;
¡si en el brotar de tu savia
o en tus raíces profundas!
Rosa
Rosa
Muy hermoso,es difícil expresar la belleza de la naturaleza en tan simple sencillez,me llena saber que todavía queda gente que la ame y la comprenda.
ResponderEliminarMi querido anónimo, siempre habrá gente que ame la Naturaleza porque somos parte de ella. Entre todos formamos el TODO. Un saludo.
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