Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del
mar. Y se dijeron:
-Bañémonos en el mar.
Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes
más tarde Fealdad regresó a la costa y se vistió con las ropas de Belleza, y
luego partió.
Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras,
y era demasiado tímida para quedarse desnuda, así que se vistió con las ropas
de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino.
Y hasta hoy día hombres y mujeres confunden una con la otra.
Sin embargo, algunos hay que contemplan el rostro de Belleza
y saben que no lleva sus vestiduras. Y algunos otros que conocen el rostro de
Fealdad, y sus ropas no lo ocultan a sus ojos.
Gibrán Jalil Gibrán
Fotografía: Rosa Fernández
Siempre me gustó leer a Gibrán Jalil, me alegra que nos lo acerque en esta entrada.
ResponderEliminarUn abrazo Rosa.
Pues voy a intentar hacer una recopilación de cuentos cortos que me gusten de Gibrán y de otros muchos. Un abrazo, Yashira.
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