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A ESA MUCHACHA
A la puerta
de mi casa
te encontré
al atadecer
hilvanando lino
de palabras desatadas,
añoranzas de hoy
de amores de ayer
de damas de mañana.
Agridulce fragancia,
perfume
de flor
de piel
de verde manzana...
Niña atada al corazón
que abandonó
el nido de Cupido
en la ventana;
nostalgia de lo que se fue
de lo que sería mañana,
requiebros
de marchitas mariposas,
de primaveras otras
prendidas en tu libro
página a página.
Cansada.
Amargo
el sabor de la vida
tomaste del día
el café que te dejó
dormida...
Alguien,
al amanecer,
al resplandor del alba,
dejó sobre el lienzo de pétalos
de rosa blanca,
un anillo
de desposada.
José Ignacio Pérez Albericio |
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Por favor, seguir escribiendo, vuestras palabras hacen que nos sintamos identificados.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Claro, no te preocupes, te aseguro un buen material. Besos.
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