Entrevista realizada a Javier Barraycoa, a raíz de la publicación de su libro " Historias ocultadas del nacionalismo catalán (Libros Libres)":
Profesor de Sociología en la Universidad Abat Oliba CEU, en Barcelona, con la Historia en la mano, desenmascara todas las mentiras que los catalanistas han ido tejiendo para arropar una falsa identidad.
-"Los primeros catalanistas eran lingüistas e historiadores interesados en conocer mejor el catalán y la historia de Cataluña, como Milà i Fontanals y otros. Ni siquiera a la lengua catalana la llamaban así, la denominaban llemosí (limusín). Eran normalmente católicos, conservadores, escribían en castellano, se sentían españoles sin complejos y no tenían ningún interés en convertir ese movimiento en algo político.
-¿No le acusarán de catalanofobia?
-Éste es un libro escrito por amor a lo catalán y para que se nos conozca mejor.
-¿Cómo nace el catalanismo?
-Los primeros catalanistas eran lingüistas e historiadores interesados en conocer mejor el catalán y la historia de Cataluña, como Milà i Fontanals y otros. Ni siquiera a la lengua catalana la llamaban así, la denominaban llemosí (limusín). Eran normalmente católicos, conservadores, escribían en castellano, se sentían españoles sin complejos y no tenían ningún interés en convertir ese movimiento en algo político.
Los primeros catalanistas escribían en castellano, se sentían españoles y no tenían interés en crear un movimiento político.
-Éste es un libro escrito por amor a lo catalán y para que se nos conozca mejor.
-¿Cómo nace el catalanismo?
-Los primeros catalanistas eran lingüistas e historiadores interesados en conocer mejor el catalán y la historia de Cataluña, como Milà i Fontanals y otros. Ni siquiera a la lengua catalana la llamaban así, la denominaban llemosí (limusín). Eran normalmente católicos, conservadores, escribían en castellano, se sentían españoles sin complejos y no tenían ningún interés en convertir ese movimiento en algo político.
Los primeros catalanistas escribían en castellano, se sentían españoles y no tenían interés en crear un movimiento político.
-Y esto ¿cuándo sucede?
-Por un lado surge un catalanismo de izquierdas, republicano y federalista, liderado por Almirall, por la frustración ante la caída en 1874 de la Primera República, que fue liderada por catalanes. Almirall se enfadó con Pi i Margall porque un catalán impidió la proclamación del Estado Catalán.
-Pero no era aún nacionalista…
-Almirall siempre consideró que su nación era España, y Cataluña su Patria. Así pensaban todos los primeros catalanistas de izquierdas. El pendón federalista estaba escrito en castellano y no usaba las cuatro barras. Almirall acabó militando en el españolísimo Partido Radical de Lerroux.
-¿Y el catalanismo de derechas?
-Nació más tarde, y este sí acabó configurándose como nacionalismo, liderado por un conservador, Prat de la Riba. La inmensa mayoría de sus militantes eran católicos y moderadamente regionalistas, liderados por un pequeño grupo de jóvenes nacionalistas y una potente burguesía que necesitaba un instrumento político para defender sus intereses.
-Y empiezan a considerar a Cataluña una nación…
-Sí, pero los documentos medievales de la Diputación Catalana, casi siempre que se refieren a Cataluña, lo hacen como “Provincia” y escasamente como nación.
-¿Captaron mucha gente los nacionalistas?
-Eran tan escasos que su primer gran partido se llamó Lliga Regionalista. Las expresiones catalanista o nacionalista sonaban excesivamente fuertes incluso para ellos.
-¿Este catalanismo ya era antiespañol?
-Bueno, aquí empieza la complejidad del catalanismo. Prat de la Riba escribió y defendió la existencia de un Estado español compuesto por nacionalidades, lideradas por Cataluña. No tuvo ningún reparo en reclamar que se volviera a configurar un Imperio español. Otros nacionalistas tuvieron itinerarios curiosos.
-¿Por ejemplo?
-Ya hemos visto el caso de Almirall. Cambó, a pesar de su ambigüedad calculada en torno a su relación con lo español, acabó apoyando a Franco durante la Guerra Civil. Companys, “el presidente mártir”, de joven militó en el lerrouxismo y se dedicaba a disolver sardanas a bastonazos (la sardana se había convertido en el símbolo del catalanismo conservador). Maciá pasó de ser un entusiasta militar monárquico y españolista a liderar el nacionalismo, ya separatista, durante la Segunda República.
-¿Qué explica el nacionalismo?
-El paso del catalanismo al nacionalismo estuvo enmarcado por el romanticismo que inundaba Europa. Los nacionalistas no suelen hablar de historia, pero se reafirman en sentimientos. El romanticismo, por su propia naturaleza emotiva, deformaba la historia y creaba símbolos. Muchos de ellos nada tienen que ver con la historia real.
-Empezando por la Diada…
-Los catalanes derrotados en 1714 luchaban por un Rey de España, fue una guerra civil de sucesión, no de secesión. Las manifestaciones de españolismo fueron más que evidentes en todos los austracistas. También hubo muchos catalanes felipistas.
-¿Qué papel jugaron los Mossos d’Esquadra?
-Los entonces llamados “Mozos de Escuadra” fueron originalmente tropas de represión contra los catalanes austracistas, y tan borbónicas, que un catalán, Prim, suprimió el cuerpo ante la caída de Isabel II.
-¿Eran españolistas?
-Tan españolistas y eficaces que se tomaron como modelo para formar la Guardia Civil. Fueron reorganizados por los carlistas y mantenidos tras la Restauración. Paradójicamente, Prat de la Riba quiso suprimirlos: no se fiaba de ellos por su manifiesta devoción españolista. Los volvió a restaurar Franco en los años 50.
-¿Y el himno de Cataluña, Els segadors?
-Era una canción tabernaria que hacía referencia al Corpus de Sangre, una refriega en la Barcelona de 1640. Recuperada por Milà i Fontanals, escrita en métrica castellana, hacía referencias religiosas a la devoción del pueblo y su reconocimiento del liderazgo de Cristo.
-¿Lo aceptaba la izquierda con ese contenido?
-Catalanistas de izquierdas de principios del siglo XX, como Rovira i Virgili, desdeñaban la efemérides, pues consideraban que aquel pueblo catalán era fanáticamente religioso, con un “Ejército cristiano” a favor del rey de España.
-¿Quien cambió la letra de Els segadors?
-Emili Guanyabens, un anarquista y espiritista en relaciones con la masonería. Se convirtió en una canción que emanaba odio contra el “enemigo” en abstracto. La letra fue “impuesta” como himno de Cataluña por el catalanismo de izquierdas. Los primeros catalanistas conservadores no la aceptaban por su carácter revolucionario.
-¿Es la sardana el baile “nacional” de Cataluña?
-Apenas fue conocida hasta principios del siglo XX. Jacinto Verdaguer reconocía que solo había visto bailar una vez en su vida una sardana. Fue una imposición del primer catalanismo conservador, deseoso de un símbolo cultural común.
-¿Fue impuesto el castellano?
-Los documentos de la Diputación de Cataluña están en latín, castellano, catalán, árabe… La Corona de Aragón, Cataluña, Barcelona… eran plurilingües. Durante varios siglos, en buena parte de Cataluña se hablaba el mozárabe y los poetas catalanes escribían en occitano. El castellano ya se hablaba y escribía en Barcelona desde hace muchos siglos. En italiano se representaban las obras de teatro…
-¿No hay lengua “propia” de Cataluña?
-En el caso de Cataluña es bastante absurdo. ¿Qué es una lengua propia? ¿Sabe cuál es el origen etimológico de la palabra Cataluña?
-¿Cuál?
-Muy probablemente, castellanus, como se llamaba a los habitantes de los castillos catalanes. La palabra fue derivando en varias formas por influencia francesa: chatlar, chatelain, etc., hasta llegar a “catalán” y de ahí a “Cataluña”. Esencialmente, “Cataluña” y “Castilla” significan lo mismo: tierra de castellanos.
-Sorprendente…
-Tanto como recordar que el Real Madrid lo fundaron dos hermanos catalanes, o que uno de los primeros equipos de Barcelona fue el Madrid de Barcelona.
-¿Y el Barça?
-El suizo Gamper fundó el equipo prohibiendo que jugaran catalanes. Solo podían jugar extranjeros. Por eso nació el Español. El Español se creó justo para que pudieran jugar los catalanes. Toda la iconografía del Barça era suiza y protestante.
-¿Hay también un trasfondo religioso?
-El Español, a petición de un socio, cambió el color amarillo de su camiseta por el blanquiazul, color de las enseñas de los almogávares y de la Inmaculada. Era una respuesta catalana al Barça de los extranjeros."
Javier Barraycoa se ha molestado en rebuscar en la Historia todos los datos que avalan su libro. Ahora, quien quiera rebatirle, que lo haga también con la Historia en la mano, si es que puede.....
JAVIER BARRAYCOA.