Esta fábula de Esopo se la dedico a Chema, una persona que lleva su bendición y su maldición a cuestas.
El escorpión y la rana
Estaba una ranita descansando junto a la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río llevándome a tus espaldas?
— ¿Que te lleve a mi espalda? contestó la rana ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta, le respondió el escorpión ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y como yo no se nadar, también me ahogaré?
La ranita, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:
—Si me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo. Y entonces, la rana le contestó al escorpión :
—Mira, escorpión. Después de haberlo meditado, te voy a ayudar a cruzar el río. Sube. El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó con su aguijón a la rana y ésta sintió el picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Mientras se ahogaba, sacó las últimas fuerzas que le quedaban para preguntarle al escorpión por su acción::
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir. El escorpión le respondió:
—Lo siento ranita. Es mi naturaleza, es mi esencia, no he podido evitarlo, no puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Poco después , desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.
Estaba una ranita descansando junto a la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río llevándome a tus espaldas?
— ¿Que te lleve a mi espalda? contestó la rana ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta, le respondió el escorpión ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y como yo no se nadar, también me ahogaré?
La ranita, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:
—Si me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo. Y entonces, la rana le contestó al escorpión :
—Mira, escorpión. Después de haberlo meditado, te voy a ayudar a cruzar el río. Sube. El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó con su aguijón a la rana y ésta sintió el picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Mientras se ahogaba, sacó las últimas fuerzas que le quedaban para preguntarle al escorpión por su acción::
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir. El escorpión le respondió:
—Lo siento ranita. Es mi naturaleza, es mi esencia, no he podido evitarlo, no puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Poco después , desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.
Moraleja
Procuremos no engañarnos, amigos, pensando que somos diferentes de lo que somos. Ni tratemos de engañar a los demás.
Al igual que el escorpión, las personas muchas veces actuamos por naturaleza propia, dañándonos a nosotros mismos o a las personas que nos rodean. Es necesario reflexionar sobre quién de los dos es más culpable: la rana por no saber lo que le convenía y dejarse convencer, o el escorpión por dejarse llevar por sus instintos.
¿Pueden las circunstancias, y nuestra voluntad ayudarnos a cambiar nuestra naturaleza?
¿Acaso no somos racionales y libres?
Procuremos no engañarnos, amigos, pensando que somos diferentes de lo que somos. Ni tratemos de engañar a los demás.
Al igual que el escorpión, las personas muchas veces actuamos por naturaleza propia, dañándonos a nosotros mismos o a las personas que nos rodean. Es necesario reflexionar sobre quién de los dos es más culpable: la rana por no saber lo que le convenía y dejarse convencer, o el escorpión por dejarse llevar por sus instintos.
¿Pueden las circunstancias, y nuestra voluntad ayudarnos a cambiar nuestra naturaleza?
¿Acaso no somos racionales y libres?
Ups.. No digo nada... " El que calla otorga ".
ResponderEliminarGracias, por todo.. Rosa Fernández Salamanca.. Eres Escorpión.. se nota... ja ja... Ups..
Chema. Siempre al servicio de la buena gente.
05/11/1971
ESCORION
Ok..
prefiero morir como esa rana ke vivir como escorpion
ResponderEliminarque buena respuesta....en el fondo esa es la cuestión, vivir como escorpión o vivir como rana??
EliminarLa respuesta es vivir, y si sobrevives a un escorpión no dejar que ningún otro te lastime.
EliminarMi querido anónimo, la cuestión no es si quieres morir como la rana en vez de vivir como el escorpión sino si el escorpión puede dejar de vivir en contra de su naturaleza... ¿tú que crees?
ResponderEliminarbueno esa es una de las cuestiones que puedes pensar...es decir solo enfocarte en la naturaleza del escorpión. Pero, ¿y la naturaleza de la rana? la rana ni siquiera piensa que el escorpión es capaz de matarse a si mismo por seguir su instinto asesino, porque la rana no lo conoce, por lo menos en el sentido que lo conoce el escorpión. El obviar una de las naturalezas no me parece "la cuestión", solo es una de las perspectivas que se puede tomar. De hecho creo que para responder tu pregunta sobre la naturaleza del escorpión se hace necesario preguntarse por la naturaleza de la rana, ya que finalmente de lo que hablamos es de naturalezas y si es posible vivir contra ella.
EliminarLos escorpiones son así, tanto en animales como en las personas. He conocido a varias personas de ese signo del zodiaco y "CASI TODAS" te dan la puñalada trapera cuando te descuidas. Muy buenas palabras...........pero a la que le das la espalda te clavan en aguijón, como a la rana. Yo prefiero ser rana, y no morir matando, como el escorpión.
ResponderEliminarMi querido anónimo (aunque parece que tus palabras lleven tu nombre grabado) mi blog es libre a cualquier opinión que se haga con respeto pero también es libre a la réplica.
ResponderEliminarSi asemejas a los animales con las personas por ley y por naturaleza...
si crees que el signo del zodiaco escorpio tiene algo que ver con ésta fábula y no con el ser humano en general... si consideras que los que tenemos ese signo somos malas personas y nos comportamos como alacranes, si todavía no has descubierto que los animales son más nobles que el ser humano en su comportamiento... quizás no deberías volver a entrar en mi blog.
Primero, no soy tu querida-o, Rosa, creo que te equivocas. Cuando me refiero al signo de Escorpión, no lo decia por tí, pues pongo en mayúsculas y entre comillas "CASI TODOS-AS" si te das por aludida no es problema mío, si no tuyo. Yo soy la primera que piensa que los animales son más inteligentes que algunas personas, pues tengo unos cuantos y se muy bien lo que te digo. Si tratas así a las personas que entran en tu blog para hacer algún comentario, que no te agrade, dudo que vuelvan a entrar otra vez, yo no lo volveré a hacer más. Tienes que aprender a recibir críticas al igual que recibes halagos. Por cierto, estás muy sexi en la foto
ResponderEliminarUn saludo
Pues eres libre de meterte o no, eso ya lo sabías desde el principio.
ResponderEliminarNo soy yo la que no acepta tu comentario sino tú el que yo te lo debata, pero me parece muy simple que asocies la fábula a los escorpiones y no al ser humano en general.
No será que tú no aceptas que alguien pueda opinar diferente a ti?
Desde luego lo de querido/a iba con ironía, no puedes ser muy querido para mí cuando piensas que casi todos somos malas personas y clavamos el aguijón por la espalda.
¿No pensarás que un blog que tiene la valentía de permitir que cualquiera haga un comentario con libertad no iba a tener su dueña la capacidad a expresar sus disconformidades?
No te he ofendido, ni te he insultado, sólo te planteo la simpleza de tu argumento cuando lo generalizas. Las personas somos cada una como somos y no se puede hacer generalizaciones peyorativas por grupos restringidos en una fábula. ¿O es que tú no te has dado por aludido en esta reflexión de Esopo?. Crees que la hizo solo para los escorpios de signo zodiacal?
Gracias, acepto tus opiniones pero no creas que las tengo que compartir...si te hubieras identificado te hubiera contestado de una forma más personal pero como no me das esa oportunidad te contesto con la frialdad que me produce la palabra anónimo.
Recibo las críticas, pero cuál ha sido la tuya? ofender a un colectivo de gente que no conoces? Y eso porque tiene unos cuántos amigos que están lejos de ser tus amigos...
Yo no puedo decir si tú estas sexi o no en ninguna foto así que permíteme que me despida con un saludo cordial.
Personalmente no creo en la esencia de las personas. Creo que vivimos y aprendemos de nuestros errores y cometemos otros errores y tal vez, si tenemos suerte y coraje, seguimos aprendiendo.
ResponderEliminarAl final cambiamos porque la vida nos enseña. Una persona podría nacer ranita y volverse escorpión porque la vida fue demasiado dura con ella.
Además, no creer que las personas cambien es un poco como decir que un drogadicto nunca logrará salir de su adicción. Eso es un poco pesimista, no crees?
Yo también creo que las personas aprenden de su propia experiencia, de los errores y de los no errores. Creo que todos podemos dar un vuelco a nuestras vidas y dirigirnos hacia donde nos lleven nuestros objetivos, nuestros impulsos.
EliminarPero si te digo la verdad también creo que lo que hemos vivido desde pequeños, lo que hemos mamado nos deja una gran huella a veces de forma positiva y otras de forma negativa. Gracias Manu, por tu opinión, me parece acertada e interesante.
No se pero prefiero la versión del monje y el alacran, creo q deja una mejor enseñanza
ResponderEliminarhttp://zensationseville.wordpress.com/2012/07/31/el-monje-y-el-alacran/
ResponderEliminarno seria el mono y el escorpion