Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron la señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió:
Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
Bueno, quizás va implícito en el ser humano que a veces seamos un tanto incongruentes, dependiendo de nuestras emociones , o de nuestra paz, en determinadas ocasiones. Como dice Rosa en su perfil: "Me gusta ser coherente", pero hay emociones, y, las emociones no se deben de magnificar, son el tiempo que duran, que nos pueden hacer no serlo en un momento dado. Los sentimientos son más perdurables, casi lo son en absoluto, y...también hay veces que los traicionamos. Intentemos ser coherentes , y, sepamos perdonarnos si alguna vez no lo somos, y volvamos a empezar.carmen.
ResponderEliminarMuy bonitas palabras, Carmen. Pareces muy sensata a la hora de hablar. Te veo mucho mejor que hace algunas semanas, con más ánimo, con más fuerza para comunicarte y compartir con todos nosotros lo que llevas dentro. Estás más receptiva a todo. Un besazo.
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