domingo, 20 de noviembre de 2011

Gustavo Adolfo Bécquer



Estos versos se los dedico a una persona que está muy cerca de mí, a la que quiero mucho y sufro con su dolor. Seguro que Bécquer tiene algo para ella... o para ti.


Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose, y yo digo:
"¿Cómo puede reír?"


Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: " Acaso ella se ríe
como me río yo?"


Asomaba a sus ojos un lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.


Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?",
y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"


Es cuestión de palabras, y, no obstante,
ni tú ni yo jamás,
después de lo pasado, convendremos
en quién la culpa está.


¡Lástima que el amor no tenga un diccionario 
no tenga dónde hallar
cuándo el orgullo es simplemente orgullo
y cuándo es dignidad!


Si de nuestros agravios en un libro 
se escribiese la historia,
y se borrase en nuestras almas cuanto
se borrase en sus hojas;
te quiero tanto aún, dejó en mi pecho 
tu amor huellas tan hondas,
que sólo con que tú borrases una,
¡las borraba yo todas!


Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten en los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me has querido un poco.
¡Llora; nadie nos mira!
Ya ves: yo soy un hombre...¡Y también lloro!


 Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. 

2 comentarios:

  1. Muy bueno Sal!
    Siempre tienes algo EXCEPCIONAL que me hace BIEN.
    TE QUIERO MUCHO.

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  2. Muchas Gracias, pequeño saltamontes.

    ResponderEliminar

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