Esta noche quiero dejaros aquí las dos salves entre las que se mueve mi corazón.
Como hija de militar, La Salve marinera, la llevo dentro desde que era pequeñita y la Salve cartagenera vive en mi interior como en el interior de todo cartagenero.
La Salve cartagenera
Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve,
A ti llamamos, los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh Clementísima!
¡Oh piadosa!
¡Oh Virgen María!
ruega por nos,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas,
de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Como hija de militar, La Salve marinera, la llevo dentro desde que era pequeñita y la Salve cartagenera vive en mi interior como en el interior de todo cartagenero.
La Salve Marinera
Salve, estrella de los mares,
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
De tu pueblo a los pesares
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Salve, estrella de los mares
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
La Salve cartagenera
Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve,
A ti llamamos, los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh Clementísima!
¡Oh piadosa!
¡Oh Virgen María!
ruega por nos,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas,
de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Que buenos recuerdos me traen cualquiera de las dos salves,yo también soy hija de militar y mis abuelos eran marinos..... y pufffff....no puedo evitar emocionarme con la salve marinera porque me viene a la memoria mi abuelo Juan y toda nuestra historia de complicidad ,cariño y todo el amor que puede existir entre una nieta y un abuelo.. ¡¡¡ lo echo tanto de menos ¡¡¡¡.Bueno Rosica, me he puesto tierna ,he llorado un ratico..jajaja, pero no me importa pq son lágrimas llenas de amor y tiernos recuerdos.
ResponderEliminarGracias por estas publicaciones religiosas porque en los tiempos que corren parece que no está bien visto ser cristiana y expresar tus sentimientos religiosos ..así que ole por ti. un beso
María.M
Me alegro que haya personas como tú que puedan disfrutar o recordar momentos felices con los vídeos que he puesto. Las hijas de militar llevamos dentro algo especial, en mi caso por el Mar, ya que mi padre era de Marinería.
ResponderEliminarY como he dicho antes cuántas Salves cartageneras habré escuchado en mi vida y qué pocas cosas me emocionan tanto?. Ya no es en sí la fiesta, ni nuestra Semana Santa, que es digna de un capítulo aparte, sino el sentimiento que se contagia cuando en la puerta de la Iglesia cientos de personas rezan en voz alta de la misma forma.