Fue un partido difícil pero al final el Madrid consiguió esos tres puntitos, que es lo que importa.
El Madrid tuvo dos caras. Los de Mourinho controlaron la primera parte y se fueron al descanso 0 - 1 con gol de Karim. Pero en la segunda parte se les complicó la cosa.
El Valencia empezó bien y consiguió encerrar durante unos minutos al Madrid, estaban iluminados. Pero más tarde se les fundiría la bombilla porque solo supieron pegar palos.
Lo más gracioso es que hasta siete jugadores del Madrid fueron amonestados con tarjeta amarilla y por parte del Valencia solo dos lo fueron.
Un Soldado fuera de control, que no podía controlar sus nervios no fue amonestado.
Un Albelda que pudo acabar expulsado pero no fue así.
Faltas claras de amonestación que el árbitro no vio, o quizás no quería verlas.
Texeira Vitienes, que nunca me ha gustado como árbitro, no quiso decantar el encuentro para ninguno de los dos equipos y creyó que la mejor solución era, no sacar ninguna tarjeta roja.
Sergio Ramos consiguió el 0 - 2 en el 71' que fue muy celebrado por todo el banquillo madridista y hasta Mourinho se subió a lomos de Callejón. Este gol parecía que iba a tranquilizar el encuentro, pero nada de eso. Soldado se encargó de recortar distancias tres minutos después.
Cristiano Ronaldo en el minuto 78, tras cantada de Alves volvería a estabilizar las cosas para el Real Madrid, pero minutos después Soldado de nuevo hizo el resultado final 2 - 3.
En una de las últimas jugadas, los jugadores del Valencia reclamaban una supuesta mano de Higuaín en el área.
Evidentemente no fue penalti porque Higuaín nunca la tocó con la mano.
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